El mieloma múltiple es un tipo de cáncer de la sangre que se origina en las células plasmáticas (CP). Estas células normalmente están presentes en la médula ósea (la fábrica de la sangre) y son las que producen anticuerpos o inmunoglobulinas que forman parte del sistema inmune, encargado de defendernos de diversas infecciones. En algunas situaciones, una mutación o defecto en los genes que regulan la división, el crecimiento o la muerte programada de estas células plasmáticas promueve su acumulación dando origen a:
-Una masa de células plasmáticas: plasmocitoma; si solo hay una masa de células plasmáticas se llama plasmocitoma solitario.
-Cuando las células plasmáticas crecen y se diseminan en la médula ósea, se llama mieloma múltiple.
Estas células plasmáticas alteradas pueden reemplazar a las células normales de la medula ósea provocando anemia por disminución de glóbulos rojos, leucopenia con mayor riesgo de infecciones por disminución de los glóbulos blancos, y/o reducción en número de plaquetas con mayor riesgo de sangrados. Además, puede debilitar el hueso donde se aloja la médula ósea provocando lesiones en “saca bocados” o fracturas patológicas. Estas CP alteradas dan origen a inmunoglobulinas clonales (CM) que no son útiles para atacar infecciones provocando un estado de inmunodepresión o inmunoparesia, y además, pueden causar daño en el riñón como insuficiencia renal.
Cuando el mieloma no causa síntomas se denomina Smoldering Mieloma o asintomático. No requiere tratamiento al diagnóstico pero hay que asegurar controles periódicos que nos permita conocer su evolución y estar atentos al momento que requiera intervención.
Cuando el mieloma causa síntomas se llama mieloma múltiple sintomático y debe ser tratado.
Los síntomas más comunes son fatiga o debilidad asociados a la anemia, hematomas o sangrados por la disminución de plaquetas, fiebre e infecciones por el estado de inmunodepresión, y dolor óseo.
Existen diversos esquemas de tratamientos, con drogas novedosas como inmunomoduladores, inhibidores de proteosomas, anticuerpos monoclonales, que pueden asociarse a corticoides y/o quimioterapia con muy buenos resultados. Se usa además pamidronato para fortalecer los huesos y evitar fracturas. La elección del tratamiento va a depender de la edad y del estado general del paciente al momento de decidir el tratamiento. Los pacientes en buen estado general y menores de 65-70 años pueden ser candidatos a trasplante autólogo de médula ósea. En los pacientes más añosos o frágiles se optan por esquemas menos intensivos para mejorar su calidad de vida.
Si bien el mieloma múltiple es una enfermedad no curable, con las diversas estrategias pueden alcanzarse remisiones prolongadas que mejoran la sobrevida global y calidad de vida.
Es importante realizar controles médicos periódicos, ya que su médico de cabecera con el interrogatorio y los análisis de rutina, puede advertir y/o sospechar esta entidad y derivarlo oportunamente al hematólogo para su diagnóstico y seguimiento.
Dra. Nazarena Martín
Especialista en Hematología
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