La otitis externa aguda, también conocida como otitis del nadador o de las piscinas, es una inflamación difusa del conducto auditivo externo que puede extenderse hasta el pabellón auricular o a la membrana timpánica. La infección bacteriana aguda es la causa más común de otitis externa.
La humedad y las alteraciones de la piel del conducto auditivo externo favorecen que la flora habitual provoque la infección. El síntoma principal es el dolor referido al oído que puede ser muy intenso. El dolor se acentúa al traccionar el pabellón auricular o al presionar el trago. Suele ser unilateral, aunque hasta un 10% de los casos son bilaterales. Un 10% de la población la padece en algún momento de su vida, con un pico de incidencia entre los 7 y los 12 años, sin diferencias entre sexos. Es más frecuente en verano.
Factores de riesgo
– Humedad ambiental, natación o sudoración excesiva.
– Temperatura ambiental elevada.
– Exposición a agua contaminada.
– Conducto auditivo externo estrecho o largo.
– Escasa higiene local o maniobras enérgicas de retirada del cerum.
– Ser portador de prótesis auditivas.
– Traumatismos locales: bastoncillos, auriculares, etc.
– Enfermedades dermatológicas crónicas: eczema, psoriasis, dermatitis seborreica o acné.
Medidas preventivas
– Evitar la limpieza enérgica del conducto auditivo externo.
– Evitar la humedad del conducto auditivo externo; secar la parte externa de los oídos después de bañarse o ducharse.
– Usar tapones o gorro al nadar.
– Gotas de alcohol boricado a saturación tras el baño.
La consulta al otorrinolaringólogo es fundamental para el diagnóstico correcto y tratamiento adecuado, evitando la automedicación que en general retrasa la evolución del cuadro y puede llevar a complicaciones.
Servicio de Otorrinolaringología de Clínica Colón