Para generar infección en las personas los virus replican su material genético (ADN o ARN) y en esa “replicación viral” surgen errores o mutaciones que van a provocar variaciones estructurales que pueden desencadenar cambios en la transmisibilidad, en la presentación clínica y gravedad del cuadro y/o disminución de la efectividad de las medidas de distanciamiento social y de salud pública o diagnósticos o vacunas, este es el caso de las variantes de preocupación del SARS-CoV2, las más importantes conocidas a la fecha Alfa, Beta, Gamma y Delta.
Particularmente la variante “Delta”, identificada por primera vez en la India y que ya prevalece en muchos lugares del mundo, es objeto de la mayor preocupación ya que se asocia a un aumento en la transmisibilidad en comparación con las variantes originales.
En las personas que cursan infección por esta variante se han detectado niveles 1200 veces más alto de virus en secreciones, lo que impacta directamente en el aumento de la virulencia, que desencadenará un mayor número de hospitalizaciones y muertes. Además, se ha demostrado en estos pacientes una disminución en los niveles de títulos de anticuerpos neutralizantes, que implica una menor capacidad del sistema inmunológico de reaccionar ante el virus.
¿Hay alguna diferencia en los síntomas con la variante original?
La frecuencia de síntomas es diferente de las versiones anteriores del virus, provoca principalmente dolor de cabeza, dolor de garganta, secreción nasal líquida y mocos, fiebre y tos. También dolor abdominal, vómitos, pérdida del apetito y la audición. Es mucho menos frecuente la alteración del gusto y el olfato. Por esto es frecuente confundirlo con un resfrío común o un cuadro de alergia estacional, pasando desapercibido y generando diseminación.
¿Qué eficacia tienen las vacunas contra la variante Delta?
Las vacunas actuales ven reducida su eficacia en aquellas personas que solo recibieron una dosis, cualquiera sea el tipo de vacuna. En las personas vacunadas con dos dosis, la eficacia cae en un 10%, en general, pero siguen siendo efectivas para prevenir formas graves de infección y la mortalidad.
Además, algunos estudios ya muestran que los niveles de anticuerpos podrían bajar luego de 6 meses o más desde la segunda dosis, por lo que se está evaluando la necesidad de dosis subsiguientes en estos casos.
Es importante remarcar que a pesar de estar vacunado adecuadamente (2 dosis) se pueden desarrollar síntomas y transmitir la infección, pero el riesgo de desarrollar un cuadro grave y morir disminuye de manera importante.
Una preocupación sigue siendo el no poder lograr la inmunidad de rebaño necesaria para controlar la circulación viral, esto relacionado con la menor eficacia de las vacunas para disminuir la capacidad de contagio.
¿Cómo está la situación en Argentina?
Por el momento no podemos hablar de transmisión comunitaria de esta variante, ya que solo se han detectado casos relacionados a viajeros, por eso es importante realizar el estudio genómico del virus en determinadas circunstancias, como la infección en personas provenientes de otros países, por ejemplo.
Es difícil predecir el impacto de esa variante en nuestro país, pero es muy posible que pronto se convierta en la variante prevalente (tomando como ejemplo lo que ocurrió en otros lugares), por ello es necesario maximizar los esfuerzos para ampliar la cobertura de vacunación y reforzar las medidas de prevención que siguen siendo efectivas para reducir la transmisión de todas las variantes, incluyendo la Delta.
¿Cuáles son las medidas de prevención?
Las medidas ya conocidas siguen siendo efectivas frente a la variante Delta, pero al ser un coronavirus más contagioso, se deberán cumplir más estrictamente:
– Uso adecuado del barbijo (incluso en personas adecuadamente vacunadas).
– Mantener el distanciamiento, incluso al aire libre. Incluso se recomienda evitar el aumento de aforos en espacios cerrados y evitar eventos masivos (aún al aire libre).
– Es fundamental mantener la ventilación adecuada de los ambientes (debe ser continua y con circulación cruzada).
– Testeo ante cualquier síntoma, por leve que parezca.
– Aislamiento estricto en caso sospechoso y obviamente en el confirmado.
Dr. Alexis Manzo
Especialista en Infectología
MP 94.164