El melanoma es un cáncer de piel que se produce por degeneración de los melanocitos, células que se encargan de darle el color a la piel. Los factores de riego son: tener piel blanca fototipo 1 y 2; ojos claros o ser pelirrojo; la genética, es decir tener antecedentes de familiares con melanoma. Además, la exposición al sol (principalmente en la niñez); los trabajos al aire libre y los deportes que se hacen bajo el sol.
El melanoma se presenta como una mácula color negro que crece mes a mes con bordes irregulares, algunas veces se ulcera o sangra. Hay variantes de melanoma nodular que se presenta como una tumoración negra y otras más raras como la amelanótica, es decir de color piel y la ulcerada.
En general el curso es asintomático hasta estadios muy avanzados, en los cuales puede empezar a sangrar o picar y por ello la importancia de la consulta precoz ante una mancha sospechosa.
Para prevenir la aparición del melanoma se recomienda la aplicación de protectores solares con factor mayor o igual a 30 pfs; evitar la hora pico de radiación solar (entre las 10 y las 16 hs); evitar la quemadura solar y utilizar ropa adecuada así como gorros, anteojos y sombrero que se los considera los aliados para prevenirlo.
No obstante, ante la aparición de un lunar o mancha que crece, que genera picazón, que tiene un color negro intenso y es irregular, se debe consultar al dermatólogo quien podrá realizar una adecuada visualización con el dermatoscopio.
El melanoma es un cáncer que tomado a tiempo se cura con la cirugía. Pero si se llega tarde y ya hay metástasis ganglionares o a otros órganos es de muy difícil tratamiento y alta mortalidad.
El tratamiento de elección es la cirugía y la técnica de ganglio centinela para ver si están afectados. En casos de metástasis, existen nuevas medicaciones que ayudan a prolongar la sobrevida pero son de muy difícil acceso debido a los costos.
Dr. Agustín González Cocorda
MP 94.024
Especialista en Dermatología
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