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Existen normalmente gran cantidad de glándulas sudoríparas localizadas en las manos. La sudoración es un fenómeno fisiológico destinado a mantener una temperatura corporal estable de  aproximadamente  37°C. Mediante la evaporación del sudor se consume el calor sobrante del cuerpo, y, en una situación de calor excesivo, se permite la eliminación de calor y la consiguiente protección del cuerpo. Se trata de un mecanismo muy complejo que está regulado por el sistema nervioso autónomo  (el llamado sistema simpático).

Se denomina hiperhidrosis a la sudoración excesiva  que se produce  cuando la regulación de este mecanismo se altera y aparece sudoración excesiva en algunas partes del cuerpo. La manifestación más común de la hiperhidrosis es la comúnmente llamada “hiperhidrosis palmar”. Sin embargo, la hiperhidrosis también puede afectar a otras zonas del cuerpo como las axilas, los pies, el tronco, cara y los muslos. Alrededor del 1% de la población sufre de hiperhidrosis.

La hiperhidrosis se divide en primaria y secundaria, según sus causas. Se llama primaria cuando estamos ante un fenómeno idiopático (cuyas causas no se conocen). Ésta es la forma más común y por lo general comienza en la adolescencia. La ansiedad puede ser un factor desencadenante de este tipo de hiperhidrosis, pero a menudo se instaura un círculo vicioso: la sudoración crea ansiedad y a su vez la ansiedad crea sudoración.

La hiperhidrosis crea inhibición social (las camisetas o camisas presentan grandes manchas de sudor en las axilas; los que padecen hiperhidrosis palmar evitan dar la mano al saludar lo cual les impide relacionarse y muchos se aíslan socialmente, no pueden desarrollar su verdadero potencial).

Se habla de hiperhidrosis secundaria cuando esta es manifestación de otro proceso patológico, como hipertiroidismo, terapia hormonal o disfunción hormonal (menopausia, enfermedades psiquiátricas, obesidad). Este tipo de trastorno no debe ser tratado con cirugía.

La hiperhidrosis se manifiesta principalmente en las manos. El grado de sudoración puede variar hasta llegar al goteo. La ansiedad representa un factor desencadenante, lo que contribuye a la inhibición social y afectiva. Algunas personas llegan a evitar cualquier tipo de contacto social. La hiperhidrosis, sin embargo, puede causar también problemas de naturaleza profesional, especialmente en aquellas personas que por su trabajo deben manejar papel o tejidos en los que pueden quedar marcadas huellas de sudor. La hiperhidrosis axilar puede causar asimismo inhibición social a causa de las grandes manchas de sudor en la zona de las axilas y el dorso de camisetas o camisas, que dan un aspecto descuidado a la persona afectada.

En caso de hiperhidrosis deben excluirse todas las formas secundarias mediante anamesis, exámenes físicos y en algunos casos exámenes de la sangre (función tiroidea); deberán corregirse posibles disfunciones.

La terapia, con sus efectos colaterales, debe ser sopesada con respecto a la sintomatología.

La decisión sobre el tratamiento quirúrgico es individual. Debe ser cuidadosamente valorada por el paciente y su familia teniendo en cuenta el grado de afectación que produce este trastorno en su vida diaria.

Simpatectomía torácica endoscópica

El principio de la simpatectomía es la interrupción definitiva de los nervios que transmiten las señales a las glándulas sudoríparas. Actualmente el tratamiento quirúrgico para la hiperhidrosis palmar o facial que no responde a métodos no quirúrgicos es la intervención conocida con el nombre de “simpatectomía torácica endoscópica”. Se trata de una intervención mínimamente invasiva desarrollada en los últimos años. La técnica endoscópica es muy segura si es efectuada por un equipo quirúrgico entrenado y con experiencia en cirugía torácica endoscópica. Este tipo de procedimiento lleva a la curación de la disfunción en la gran mayoría de los pacientes tratados, dejando solo una pequeña cicatriz en la axila. La cadena simpática responsable de la inervación se reconoce fácilmente en las articulaciones costovertebrales; el tronco simpático es seccionado con un electrobisturí a nivel del segundo, tercer o cuarto ganglio (según la indicación). La intervención produce también óptimos resultados en casos de hiperhidrosis combinada palmar y axilar. Las personas con una hiperhidrosis palmo-plantar combinada tienen también una buena probabilidad de mejora de la sudoración en los pies tras una intervención destinada a aliviar la sudoración en las palmas.

La hiperhidrosis plantar aislada puede tratarse solo con una simpatectomía lumbar o una intervención abdominal con la técnica abierta convencional, que sin embargo es desaconsejada. La hiperhidrosis del tronco/muslos o la generalizada no son tratables quirúrgicamente.

¿Cuáles son los riesgos de la operación?

La simpatectomía videotoracoscópica es un método efectivo y seguro para el tratamiento de la hiperhidrosis palmar primaria con muy bajas tasas de efectos no deseados. Como todo procedimiento quirúrgico que se realiza con anestesia general se deben tomar todas las medidas de precaución y realizar todos los estudios prequirúrgicos habituales.

El procedimiento está destinado a aliviar la sudoración localizada en regiones específicas del cuerpo, principalmente en manos, no pretende ni es su objetivo eliminar la sudoración en el resto del cuerpo ya que la misma es un mecanismo normal del organismo  en el control de la temperatura. A pesar de la aparición de cambios posteriores como la sudoración compensatoria manifestada por algunos pacientes, presenta una alta tasa de satisfacción y mejora de la calidad de vida.

Neumotórax: (aire en el espacio pleural) es una consecuencia del neumotórax quirúrgico practicado para tener acceso a la cadena simpática. Normalmente el aire se reabsorbe solo. En casos extremos se introduce un drenaje para facilitar la expansión del pulmón.

Sangrado: esta complicación es rara y se trata con hemostasia directa.

La sudoración compensatoria es la molestia más común. El bloqueo en la sudoración de manos y axilas puede generar aumento en la espalda o los muslos. Esto puede darse en varios grados: en general es apenas perceptible por el paciente. En algunos casos produce una molestia importante (1% de los casos). Normalmente es bien tolerada por el paciente (una sudoración conspicua en la espalda siempre es mejor tolerada que una sudoración en el rostro o en las manos). Se ha observado que los pacientes con mayor riesgo de sudor compensatorio son  varones, por encima de los cuarenta años, obesos, y personas muy deportivas con músculos bien desarrollados.

Publicaciones recientes indican que el grado del sudor compensatorio se puede minimizar eligiendo meticulosamente el nivel de bloqueo del simpático (T2, T3 o T4) y efectuando una intervención que implique  mínimo daño al nervio simpático.

Las contraindicaciones de la operación son: enfermedades de la pleura (adherencias debidas a pleuritis) , tuberculosis o cualquier condición médica que contraindique una anestesia general.

La intervención se lleva a cabo bajo anestesia general. Se introduce una cámara mediante una pequeña incisión de 1 cm. bajo las axilas, en la cavidad torácica, y el nervio simpático es identificado, la imagen del nervio es magnificada en un monitor de TV y con precisión es seccionado al nivel requerido utilizando un electrobisturí.

Esta operación se efectúa en forma bilateral. En general el paciente es externado al otro día de la operación y controlado por consultorio externo.

Muchos trabajos científicos publicados en revistas médicas internacionales de prestigio avalan el tratamiento quirúrgico en la hiperhidrosis localizada con muy buenos resultados a largo plazo y alta tasa de satisfacción de los pacientes.

Dr. Daniel Staltari
Especialista en Cirugía General y Cirugía de Tórax
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