La viruela del simio es una enfermedad zoonótica viral poco frecuente. Se descubrió por primera vez en 1958 cuando ocurrieron brotes de una enfermedad similar a la viruela en colonias de monos mantenidos para la investigación, de ahí el nombre «viruela del simio».
Los primeros casos humanos se identificaron en la República Democrática del Congo en 1970. En la naturaleza, se encontraron muchas especies animales infectadas con el virus de la viruela del simio. Se sospecha que roedores como las ratas gigantes de Gambia y las ardillas son los reservorios naturales del virus.
Después de la erradicación de la viruela en 1980 y como consecuencia del cese de la vacunación, la viruela del simio surgió como la infección por Orthopoxvirus más prevalente en humanos. En los últimos años, el número de casos notificados de viruela del simio ha aumentado y el rango geográfico del virus se ha expandido.
Desde 2016, se han notificado casos confirmados en distintos países de África. En 2017, Nigeria experimentó su mayor brote con 311 casos sospechosos y 132 confirmados. Fuera de África, se han documentado casos de infecciones humanas por la viruela del simio en diferentes países: 47 casos en Estados Unidos en 2003 y uno en 2021, cuatro casos en el Reino Unido en 2018/2019 y tres en 2021, un caso en Israel en 2018 y un caso en Singapur en 2019. El riesgo de introducción de viruela del simio en Europa se consideraba bajo y dependía de la circulación del virus en Nigeria y otros países de África occidental y central.
Hasta el 19 de mayo de 2022, se han confirmado 38 casos en todo el mundo. De estos, 26 casos se han confirmado en los siguientes países de la Unión Europea: Bélgica (2), Francia (1), Italia (1), Portugal (14), España (7) y Suecia (1). En el Reino Unido, se han confirmado nueve casos. En América del Norte, se han confirmado tres casos en Canadá (2) y EE. UU. (1). Hasta el momento no se han reportado muertes y solo dos casos han ingresado en el hospital por razones distintas al aislamiento.
Esta es la primera vez que se notifican cadenas de transmisión en Europa y en América sin nexos epidemiológicos conocidos con África occidental o central.
En Argentina se confirmaron 2 casos de viruela del simio provenientes del exterior.
El virus de la viruela del simio se transmite a los humanos a través del contacto con un animal o humano infectado, o de una mordedura o contacto directo (incluyendo su consumo), con la sangre, fluidos corporales o lesiones cutáneas o mucosas de un animal infectado. Además, puede transmitirse por contacto con objetos contaminados, como ropa de cama o ropa.
El virus ingresa en el organismo a través de piel lesionada, el tracto respiratorio o las membranas mucosas. La transmisión entre humanos ocurre principalmente a través de gotas respiratorias grandes, por lo que se necesita un contacto cara a cara prolongado. La transmisión sexual se daría en el contexto del contacto estrecho con lesiones cutáneas infecciosas y la vía respiratoria. De este modo, la transmisión ocurriría durante las relaciones sexuales y no a través de las mismas. Se han documentado otras vías de transmisión, como la transmisión de madre a hijo (transmisión vertical).
El período de incubación es de 6 a 16 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días. Clínicamente, la infección puede dividirse en dos períodos:
El período de invasión (entre los días 0 y 5), caracterizado por fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor lumbar, mialgias (dolores musculares) y astenia intensa.
Los síntomas incluyen fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y agotamiento. Entre 1 y 5 días después de la aparición de la fiebre, se desarrolla una erupción, que a comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo. Las lesiones progresan a través de las siguientes etapas: máculas, pápulas, vesículas, pústulas y costras que se secan y se caen. La enfermedad suele durar de 2 a 4 semanas. Las complicaciones pueden incluir infecciones bacterianas secundarias, bronconeumonía, sepsis, encefalitis e infección de la córnea con la consiguiente pérdida de visión.
Hay una serie de medidas que se pueden tomar para prevenir la infección por el virus de la viruela del simio.
-Viajeros a áreas endémicas o países de riesgo epidemiológico:
• Evite el contacto con animales que puedan albergar el virus (incluyendo animales que estén enfermos o que hayan sido encontrados muertos en áreas donde ocurre la viruela del simio).
• Evite el contacto con cualquier material, como ropa de cama, que haya estado en contacto con un animal enfermo.
• Lavado frecuente de manos. No compartir utensilios.
Dr. Alexis Manzo
Especialista en Infectología
MP 94.164
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